Recientemente se celebró un congreso en Dubai en el que se le concedió poder a la ITU para mediar en futuras decisiones técnicas (o no tan técnicas) sobre el futuro de Internet.
La ITU depende de la ONU y tendrá una estructura democrática en la que cada miembro perteneciente a la organización tendrá un voto. Los votos de cada país serán iguales entre sí; ningún país, bajo ningún criterio, tendrá un peso mayor en las decisiones.
Esto no le hizo gracia a USA, que se negó a firmar el tratado que le confiere poder a la ITU, alegando que podría causar que se pusiese en riesgo la libertad de Internet.
Entre las responsabilidades de esta organización se halla la accesibilidad, la seguridad informática, la brecha digital y las comunicaciones de emergencia.